Voy a nombrar las cosas
Voy a nombrar las cosas, los sonoros
altos que ven el festejar del viento,
los portales profundos, las mamparas
cerradas a la sombra y al silencio.
I’m going to name things. Sonorous
mountains that look upon the festival of wind.
Deep passages. Shutters
closed in shade and silence.
Y el interior sagrado, la penumbra
que surcan los oficios polvorientos,
la madera del hombre, la nocturna
madera de mi cuerpo cuando duermo.
And the sanctuary within. The half-light
that marks dusty practices.
The wooden image of a man. The
wood of my body when I sleep.
Y la pobreza del lugar, y el polvo
en que testaron las huellas de mi padre,
sitios de piedra decidida y limpia,
despojados de sombra, siempre iguales.
And the poverty of the place. The dust
in which are traced the footsteps of my father.
Stone places clean and resolved.
Empty of shadow. Always the same.
Sin olvidar la compasión del fuego
en la intemperie del solar distante
ni el sacramento gozoso de la lluvia
en el humilde cáliz de mi parque.
Without forgetting the compassion of fire
in all the elements of solar space.
Nor the sacrament of rain falling
into the cupped hands of my garden.
Ni el estupendo muro, mediodía,
terso y añil e interminable.
Nor that stupendous mural of noon.
Blue and polished and unending.
Con la mirada inmóvil del verano
mi cariño sabrá de las veredas
por donde huyen los ávidos domingos
y regresan, ya lunes, cabizbajos.
With the immutable gaze of summer
my beloved will know the paths
where Sundays flee like lovers.
And return, Mondays now, downfallen.
Y nombraré las cosas, tan despacio
que cuando pierda el Paraíso de mi calle
y mis olvidos me la vuelvan sueño,
pueda llamarla de pronto con el alba.
And I’ll name things so slowly
that when I lose the paradiso of my street
and oblivion turns her into dream
I’ll be able to call to her suddenly at dawn.
— Eliseo Diego, 1949